Bullying sobre piojos: consejos prácticos
Muchas veces los temas más comunes nos ponen en jaque. Cuando escuchamos decir algo malo a nuestros pequeños, porque repiten lo que escucharon en la escuela, muchas veces eso nos hace "atragantarnos" de dudas y asombro. Pero son en esas pequeñas cosas las que vamos enseñando empatía, solidaridad y a no sumarse al bullying.
Lic. Milagros Ramírez
3 min read
Es un tema que, aunque pueda parecer pequeño, puede generar mucha incomodidad y angustia en nuestros hijos, especialmente en el ámbito escolar. Sé que para muchos puede sonar trivial, pero para un niño o adolescente que lo sufre, las burlas y el aislamiento pueden ser muy dolorosos. Como orientadora familiar, mi objetivo es ofrecerles herramientas para hablar con sus hijos sobre este tema de manera sensible y constructiva. Hablar sobre el bullying en sí mismo puede ser un desafío para muchos padres. Los niños en edad escolar son altamente influenciables y, en ocasiones, pueden hacerse eco de comentarios o actitudes que no son apropiadas. Por eso, aquí te ofrezco cinco consejos para ayudarte a abordar este tema sensible con tus hijos.
Fomentar la empatía desde temprana edad.
Uno de los aspectos más importantes es ayudar a tus hijos a entender los sentimientos de los demás. Explicarles amorosamente cómo se sentiría alguien si es objeto de burlas debido a un problema como el de los piojos: podes jugar a roles para que experimenten y desarrollen empatía hacia sus compañeros. Al fomentar la comprensión de emociones ajenas, les proporcionas herramientas para evitar participar en situaciones de bullying. Las victimas de este flagelo experimentan sentimientos de vergüenza, asco y exclusión, que puede afectar su autoestima, rendimiento escolar y relaciones sociales. Por lo tanto, nuestra intervención como padres es fundamental para brindarles apoyo emocional y estrategias para afrontar la situación, sea cual fuere su participación en el bullying.
Comunica abierta: el "problema" de los piojos.
Es fundamental aclarar que tener piojos no es un reflejo de la higiene personal y que cualquier persona puede tener este problema, sin importar su situación. No es algo asqueroso ni sucio, por lo que no deberían decirlo de ningún compañerito o amigo. Explícale que tener piojos es algo común, que le puede pasar a cualquiera, incluso a los adultos. Cuanto más natural sea la conversación, más cómodo se sentirá tu hijo al hablar sobre este asunto o pedir ayuda si alguna vez se ve afectado. Utiliza un lenguaje sencillo y claro, adaptado a su edad.
Establece normas claras y consecuencias.
Asegurate de que tus hijos comprendan que el bullying no será tolerado en tu hogar. Establece normas claras sobre cómo deben tratar a sus compañeros, independientemente de cualquier situación que se les presente, incluyendo los piojos. Explicales que las burlas pueden herir a otros y que es fundamental tratar a todos con respeto y amabilidad. El foco siempre tiene que estar puesto en lo nocivo del comportamiento del Bully, no en ellos como individuos: hay que explicar claramente que las personas que hacen bullying a veces lo hacen porque se sienten inseguras o quieren sentirse superiores haciendo sentir mal a los demás. Tu hijo es un niño amado, no necesita pisar a nadie para sentirse valorado.
Escucha y apoya a tus hijos.
Escuchar lo que tus hijos tienen que decir es crucial. Para eso, será necesario crear un espacio seguro donde sientan que pueden expresarse sin temor a ser juzgados. Tienen que preguntar si han presenciado situaciones de bullying y cómo se sintieron al respecto. Ofrezcan apoyo al validar sus sentimientos ("es entendible que te sientas mal, ¿queres un abrazo?") y brinden orientación sobre cómo manejar estas situaciones de una manera positiva ("no hace falta que te rias de los chistes sobre los demás, eso los puede lastimar"). Cuando tu hijo te cuente sobre el bullying, escúchalo atentamente sin interrumpir ni minimizar sus sentimientos. Todos los actores del bullying (quien lo hace, la victima, el que mira hacia otro lado o el espectador) son afectados por este mal, y es nuestro deber como padres intervenir para frenar ese círculo de violencia, y trabajar en fortalecer la autoestima de nuestros hijos, ayudando a reconocer sus fortalezas y cualidades.
Ser un modelo a seguir.
Como padres, somos modelos de respeto, empatía y amabilidad en nuestras propias interacciones. Los niños aprenden observándonos. Si querés que tus hijos sean compasivos y comprensivos, debes ser un modelo a seguir. Muestra empatía en tus propias interacciones y habla sobre la importancia de ser amable, de no hablar mal de los demás ni criticar lo que es de los demás (sus cosas, su cuerpo o su vida en general). De igual forma, si vos o un familiar experimentan un problema relacionado con piojos, maneja la situación con calma y apertura, demostrando que no hay nada de qué avergonzarse.
Abordar el tema del bullying y los piojos desde una perspectiva de comprensión, respeto y empatía, puede equipar a tus hijos para que se conviertan en defensores del respeto mutuo y la amabilidad. Al final del día, todos queremos que nuestros pequeños crezcan para ser personas que se preocupan por los demás, y estos consejos son pasos importantes para lograrlo.-
Contanos tu opinión ↓
Suscribite a nuestro newsletter quincenal:
EN ESTA EDICIÓN
PROFESIONALES
TESTIMONIOS
EDITORIAL
AGENDA DE EVENTOS
AUSPICIANTES
Propiedad de Milagros Ramirez
522 e/29 y 30, T°15 D°10, La Plata, La Plata,
Buenos Aires, Argentina
CUIT 27-31738660-0
DNDA en trámite
Revista
FamiliarizArte
el arte de ser familia
2025© All rights reserved