¿Cómo hacer una eficiente planificación financiera familiar?
Todas las familias somos administradoras de bienes e ingresos, pero no siempre lo hacemos de una manera eficiente. Cuando las situaciones económicas nos "apretan los zapatos" tenemos que aprender a hacer gastos inteligentes. Te recomiendo algunos consejos prácticos para pensar si funcionaría en nuestra familia.
Lic. Milagros Ramírez
5 min read
La planificación financiera familiar es un componente esencial para la estabilidad y el bienestar económico de cualquier hogar. Independientemente de la clase social, cada familia se beneficia de una gestión adecuada de sus recursos financieros, lo que les permite evitar crisis económicas y alcanzar sus objetivos a largo plazo. La falta de planificación puede llevar a situaciones adversas, como deudas elevadas o la incapacidad para cubrir gastos inesperados.
Implementar un plan financiero efectivo comienza con la creación de un presupuesto mensual. Esto permite a las familias tener una visión clara de sus ingresos y gastos, facilitando la identificación de áreas donde se pueden realizar ajustes o tener mayor margen. Un presupuesto no solo ayuda a controlar los gastos, sino que también promueve el ahorro, algo importante para el futuro financiero. Una práctica recomendada es registrar todos los gastos para entender mejor los hábitos de consumo y descubrir maneras de reducir gastos innecesarios.
Una vez que se entiendan los gastos de manera acabada, podría pensarse en crear un fondo de emergencia, que pueda ir acrecentándose con el tiempo a medida que nuestras finanzas mejoran. Esto puede brindar una red de seguridad en caso de tener que costear gastos imprevistos en situaciones delicadas como la pérdida de empleo, emergencias médicas, catástrofes o reparaciones del hogar o movilidad, sin recurrir a deudas que podrían comprometer la estabilidad financiera.
La evaluación regular de ingresos y gastos es vital para ajustar la planificación financiera a las circunstancias cambiantes (por ejemplo: los comienzos de ciclos escolares, las fiestas de fin de año, cumpleaños, vacaciones, etc.). Cada cierto tiempo, es recomendable revisar el presupuesto y el fondo de emergencia, así como los objetivos financieros a largo plazo (por ejemplo: ahorrar para agrandar la casa puede demorar muchos años, y culminar efectuando la obra cuando los hijos ya son independientes y no viven bajo nuestro techo). Esta revisión constante asegura que las familias se mantengan en el camino correcto hacia sus metas, no se sientan en desánimo por lo que soñaron y no pudieron cumplir, mejorando así su bienestar a largo plazo.
Manejo del Presupuesto Familiar.
Para comenzar, es esencial identificar todas las fuentes de ingresos, que pueden incluir salarios, freelance, o cualquier otra entrada económica. Una vez claro el total ingresado, el siguiente paso es anotar todos los gastos, que generalmente se dividen en gastos fijos (alquiler, servicios públicos) y variables (alimentación, ropa, entretenimiento, etc.).
Existen diversas herramientas y métodos que las familias pueden utilizar para llevar un registro adecuado de sus finanzas. Desde aplicaciones móviles hasta hojas de cálculo, cada opción tiene sus ventajas. Las aplicaciones ofrecen actualizaciones en tiempo real y pueden vincularse a cuentas bancarias, mientras que las hojas de cálculo permiten personalización total y son fáciles de manipular. Por supuesto, un cuaderno también es buena herramienta si nos permite controlar nuestras finanzas. Independientemente del método elegido, es vital mantener un registro constante de los gastos, lo cual ayudará a identificar áreas de posible ahorro o margen para otros gastos. No se olviden de revisar los extractos bancarios y de tarjetas de crédito de los últimos meses para identificar patrones de gasto y posibles "gastos hormiga" que, aunque pequeños, suman una cantidad significativa al final del mes.
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La flexibilidad del presupuesto es otro aspecto crucial. Las circunstancias pueden variar según la clase social y las condiciones económicas. Por ejemplo, en tiempos de crisis, es posible que se requiera priorizar ciertos gastos. Evaluar la relación costo-beneficio de suscripciones, membresías o servicios que quizás no se utilizan con frecuencia o que puedan tener una alternativa más económica (y a veces, gratuita). Esto podría significar aumentar el presupuesto de salud en caso de emergencias o recortar gastos en entretenimiento durante meses difíciles. Asimismo, considerar gastos escolares y ajustar los recursos asignados a ellos puede prevenir problemas económicos inesperados (por ejemplo, en los meses que se pueda, pagar por adelantado las cuotas del colegio puede evitarnos complicaciones futuras, y en algunos casos, contar con descuento o prevenirse de la inflación). La idea es reconocer alternativas más económicas para gastos esenciales: comparar precios de diferentes supermercados, utilizar el transporte público en lugar del vehículo particular cuando sea posible o buscar opciones de entretenimiento gratuitas o de bajo costo.
La revisión y ajuste del presupuesto deben realizarse periódicamente. Situaciones imprevistas, cambios en los ingresos o alteraciones en los precios de bienes y servicios pueden afectar la planificación inicial. Por ello, es recomendable tener reuniones familiares mensuales para evaluar el estado del presupuesto y realizar las modificaciones necesarias. Si, reuniones de toda la familia, no solamente los padres: esta práctica no solo fomenta la transparencia, sino que también involucra a todos los miembros del hogar en el manejo de la economía, que resulta un buen marco para enseñar sobre finanzas a los hijos, el valor del dinero y cómo se obtiene, valorar adecuadamente a las cosas que ya se tienen, entre otras tantas enseñanzas que, como todo lo importante en la vida, se aprende en el seno de la familia.
En caso de estar en deudas, hacer una lista de todas ellas (tarjetas de crédito, préstamos, etc.) con sus respectivos intereses y plazos. Pagar la deuda restante elimina gran cantidad de intereses: aunque sea una suma abultada en el momento, eso significa desprenderse de esa deuda, volver a estar en paz sin deudas y claro, volver a tener liquidez para otro momento que se lo requiera. Evaluar las cantidades de cuotas e intereses, ya que usualmente lo que parce más accesible a primera vista (cuotas bajas) son perjudiciales a largo plazo (tienen mayor cantidad de cuotas, por lo que se termina pagando mucho más de interés a largo plazo y nos deja atados a esa deuda por más tiempo). Siempre se puede buscar asesoramiento gratuito en organizaciones de ayuda al consumidor para elaborar un plan de pago de deudas sostenible, o consultar refinanciamiento en las entidades bancarias par obtener una mejor clausula.
Este tema puede generar cierta ansiedad, pero es fundamental para la estabilidad y la armonía de nuestro hogar. Planificar y manejar nuestras finanzas de manera consciente no solo nos permite alcanzar nuestros objetivos, sino que también reduce el estrés y fortalece la comunicación dentro de la familia. Para muchos argentinos, durante casi toda nuestra vida, la palabra "ahorro" fue una ilusión que creíamos inalcanzable y adoptamos, por esa creencia, estilos de consumo y gastos que podrían modificarse para ser más eficientes. Cada casa es un mundo, y cada hogar tiene su economía acorde a sus estilos de vida. Pero ¿y si la podemos mejorar?
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